miércoles, 28 de octubre de 2015

Menos deberes, más infancia

Ha sido verlo y uno poder resistirme una vez más, la escuela tiene que ser otro modelo, el que vivimos queda muy obsoleto, aunque hay quienes piensan tras 30 años que su método funciona, y encima siguen creyendo que lo hacen bien. La escuela como dijo Durkheim es un reflejo de la sociedad, pero con la capacidad de cambio. Quienes entendemos y nos basamos en unos principios científicos, psicológicos, pedagógicos y naturales en el aprendizaje, observamos a diario la apatía, ese TDHA ( producto de un sistema), ansiedades, autoestimas hundidas, miedos, asco entre otras cosas, que este sistema despierta en el alumnado. Pero siendo optimista, todo es posible, es necesario rotar, cambiar, innovar, crear, imaginar, que los docentes se conviertan en niños y niñas, que vuelvan a revivir su infancia, y valoren si realmente, se le está dando una infancia mejor que la suya, o por el contrario, una infancia exclava de las "telepantallas"(TICS) y de ejercicios de editoriales, sin caer en la cuenta si les gustan o no, es decir, sin tenerles presentes, y profesionalizando los deberes. Se hace muy necesario avanzar y abrir nuevos puertos sin miedos, por una educación de la infancia respetuosa, cariñosa, pedagógica, natural y emocional, el siguiente video borda perfectamente el sentir de muchas niñas y niños y familias, y de docentes que apostamos por una educación realmente activa. Libros como Educar para Ser de Rebeca Wild, Bajo Presion de Carl Honoré, La Neuroeducación de F. Mora, son ejemplos de lectura básica para la profesión y para las familias. 



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